Todos conocemos la fábula de La cigarra y la hormiga: La cigarra se pasó todo el verano cantando mientras la hormiga, muy previsora, trabajó duro para reunir las provisiones necesarias para pasar el invierno.
Al llegar el frío y la escasez, la cigarra fue a pedir ayuda a la hormiga. En la versión original de esta historia, atribuida a Esopo, la hormiga es generosa y comparte sus provisiones, pero en versiones posteriores y tal vez más difundidas, como la de la Fontaine y la de Samaniego, la cigarra sólo recibe reproches y sermones y tiene que enfrentarse sola al frío y a la nieve del invierno europeo. Pagará con su vida el haber dedicado todo el verano a cantar sin preocuparse por el futuro.
Ilustración de Calvet-Rogniat
Claro que es necesario presentarles a los niños los valores positivos que es bueno que aprendan para luego aplicarlos en sus vidas, para su propio bien y para el de los demás. Pero creo que hay un concepto equivocado en esta historia acerca del cual vale la pena reflexionar para poder desarrollar al máximo nuestra autoestima.
La lección que transmite esta fábula es bien clara: Es aconsejable trabajar sin descanso como la hormiga, aunque lo encontremos aburrido y agotador, y es peligroso consagrarnos enteramente a lo que anhelamos hacer, aunque nos sintamos llamados a hacerlo por una auténtica vocación.
Tal vez esta fábula ya no sea tan popular, pero el mensaje que encierra es generalmente aceptado y ya forma parte del complejo conjunto de creencias que se transmite de generación en generación y que el Dr. Miguel Ruiz llama con acierto «el sueño del planeta».
Pum Pum
Foto de Pum Pum en acción, tomada por Rosario Sanz
Pum Pum es el seudónimo de una joven y talentosa artista cuyas obras pueden verse en la forma de murales en la ciudad de Buenos Aires. Sus trabajos, muchas veces realizados por la noche en alguna pared abandonada de la ciudad, son hermosos e inconfundibles… y finalmente le posibilitaron el reconocimiento que merecía.
Se trata de una persona que decidió dedicarse con pasión a hacer lo que más le gustaba. Según sus propias palabras:
«Empecé haciendo lo mismo que hago hoy, dibujando, dibujando. Por gusto propio. Y empecé a mostrar lo que hacía por diversión. Creo que hacer algo que a uno le gusta mucho hacer, más allá de lo que puede generar o no, hace que lo que hagas sea auténtico, con cariño, transparente. Y ahí siempre hay algo. En cualquier área de la vida.»
Pum Pum en la Web – Pum Pum en Flickr
Decidirnos a confiar en nuestra vocación y permitirnos desarrollar nuestros talentos y recursos incrementa saludablemente nuestro nivel de autoestima. Recorrer con placer nuestro propio camino personal es muy bueno para nosotros y también para los demás… la Ley del Dharma describe este proceso con toda claridad:
La Ley del «Dharma», o el propósito en la vida
Todo el mundo tiene un propósito en la vida… un don único o talento especial para ofrecer a los demás. Y cuando combinamos ese talento único con el servicio a los demás, experimentamos el éxtasis y el júbilo de nuestro propio espíritu, que es la meta última de todas las metas.
«Dharma» es un vocablo sánscrito que significa «propósito en la vida», y la Ley del Dharma dice que nos hemos manifestado en forma física para cumplir este propósito.
Deepak Chopra
La leyes universales no se aplican sólo a ciertas personas elegidas. Y la Ley del Dharma no es válida sólo para personas especialmente talentosas, sino que nos recuerda que para cada uno de nosotros hay una misión y un destino. Esto no significa que debamos abandonar ahora mismo todos nuestros compromisos de una manera irresponsable, pero sí que podemos volver a encaminarnos en la dirección correcta, prestando cada vez más atención a nuestra voz interior, a nuestras emociones y a las sutiles señales que siempre estuvieron indicándonos el camino del bienestar interior, de la autoestima, de la confianza en nosotros mismos y de la autorrealización.
Cómo aumentar la autoestima
Reencontrarnos con nuestros talentos
La vida es muy dinámica y esas circunstancias que tal vez nos limitaron durante largos períodos, en cualquier momento pueden cambiar. No tiene sentido continuar actuando hoy de acuerdo a condiciones y temores que corresponden a etapas ya superadas. Nuestra familia cambia, nuestra economía cambia, nuestras relaciones cambian… y en todo ese proceso de evolución siempre se presentan oportunidades para dedicarnos a lo que más nos gusta hacer, para reencontrarnos con nuestra vocación.
Ir tomando con confianza las decisiones que estén a nuestro alcance para llevar a cabo estos cambios positivos, contribuye a aumentar nuestra autoestima y es muy bueno también para las personas con las que nos relacionamos.
Concentrar nuestra atención en las actividades que más nos gusta hacer multiplicará las oportunidades de comenzar a cambiar y atraerá a nosotros situaciones nuevas y apropiadas para desplegar olvidados talentos o para desarrollar nuevas habilidades.
Axel Piskulic
Por último un video que vale la pena ver (o volver a ver!).