Una técnica muy difundida para ayudarnos a crear la realidad que anhelamos es «El mapa del tesoro». Consiste en recortar imágenes de revistas (o imprimirlas, si las tomamos de Internet, o hasta podemos hacer nuestros propios dibujos) que representen situaciones que queremos hacer realidad en nuestras vidas, para luego pegarlas en un cartón o algún soporte similar. Cada uno puede hacerlo a su gusto y del tamaño que quiera, no hay reglas estrictas. El mapa del tesoro nos permite, sobre todo si lo observamos detenidamente cada día, tener presentes cuáles son nuestros anhelos, desarrollar las emociones positivas que facilitarán que podamos alcanzarlos y también, y este es un aspecto muy importante de la técnica, identificar las creencias que tal vez estén impidiendo que los hagamos realidad.
Las ilustraciones son de Josephine Wall
Del libro «Visualización Creativa», de Shakti Gawain:
El mapa del tesoro

La técnica de trazar un «mapa del tesoro» es muy eficaz y divertida. Se trata de una representación de nuestra realidad deseada. Es muy útil porque forma una imagen especialmente clara y precisa que luego puede atraer y focalizar energía en el objetivo. Funciona de manera similar a los planos para la construcción de un edificio.
Podemos hacer un mapa del tesoro dibujado, o en collage, con dibujos y palabras recortadas de revistas, libros, postales, fotos, etc. No debemos preocuparnos si no logramos un trabajo artístico. Los mapas del tesoro simples, como dibujos como los de los niños, son tan eficaces como las grandes obras de arte.
Básicamente, el mapa del tesoro debe mostrarnos a nosotros mismos en el escenario ideal, con el objetivo totalmente logrado.
Estas son algunas pautas que nos ayudarán a realizar los más eficaces mapas del tesoro:
Debemos asegurarnos de incluir también esta última afirmación: «Esto, o algo mejor, se manifiesta para mí en total satisfacción y armonía, para mayor bien de todos a quienes afecta».
El proceso de crear nuestro mapa del tesoro es un paso importante hacia la manifestación del objetivo. Sólo debemos dedicar unos minutos por día a observarlo tranquilamente, y a pensar en él cada tanto durante el día. Eso es todo.
Shakti Gawain