PERDONAR ES IMPOSIBLE CUANDO…
… confiamos en nuestras emociones negativas, que nos señalan a otro como responsable de nuestro dolor.
… sentimos que la única solución aceptable de un conflicto o de cualquier situación que nos provoca dolor o angustia es que ocurra un cierto acontecimiento externo, y no un profundo cambio en nuestra interpretación de lo que está sucediendo.
… todavía experimentamos el dolor provocado por una ofensa.
La ilustración es de Pete Revonkorpi
PERO PERDONAR ES FÁCIL CUANDO…
… comprendemos que sólo nuestras emociones y las actitudes que tenemos hacia nosotros mismos nos pueden causar dolor, y no los conflictos, las pérdidas, etc.
… nos amamos incondicionalmente, es decir, cuando nos amamos cualquiera sea nuestro desempeño, cualquiera sea la limitación nuestra que quede expuesta, cualquiera sea el desenlace de la situación en la que estemos envueltos.
… nos damos cuenta de que realmente no hay ofensas ni pérdidas ni conflictos. Cuando comprendemos que nuestra felicidad y plenitud no dependen de los acontecimientos externos, sino que es al revés: los acontecimientos externos sólo reflejan la profundidad del amor que sentimos por nosotros mismos.
Axel Piskulic
Descargar este artículo para poder imprimirlo o enviarlo por e-mail